¿QUÉ MUJER Y MADRE DE FAMILIA QUIERES SER?
ESTÁ BIEN HACER ESA REFLEXIÓN. LAS QUE SOMOS MADRES A VECES TENEMOS MÁS CLARO CÓMO
QUEREMOS QUE SEAN NUESTROS HIJOS QUE COMO QUEREMOS SER NOSOTRAS.
Te has hecho alguna vez esta pregunta: ¿Qué persona quiero ser? ¿Qué madre de familia quiero ser?
Está bien hacer esa reflexión. Las que somos madres a veces tenemos más claro cómo queremos que sean nuestros hijos que como queremos ser nosotras. Tal vez si miras esa lista para ellxs te sirva para responder a la pregunta sobre ti. Y, ya sabes, hay que predicar con el ejemplo.
“Todo aquello que quieras para tus hijxs… deséalo para tí también»
Podemos caer en la tentación de pretender ser “perfectas”, pero eso ya lo hemos hablado, solo lleva a la frustración y el fustigamiento.
Lo que si podemos hacer es ser NUESTRA MEJOR VERSIÓN…
… de persona
… de madre
Y de esta manera predicar con el ejemplo. Ser aquello que queramos ver en los demás, principalmente en nuestros hijos. Dicen que “los hijos son lo que les enseñaros sus padres cuando no les estaban enseñando nada”
LA BRÚJULA
Para ser nuestra mejor versión y avanzar sin perdernos por el camino necesitamos una brújula. Nuestros valores son el “norte” a seguir en nuestra brújula particular. Nuestros hábitos son herramientas que nos permiten avanzar de manera más ligera en el viaje.
LA ACTITUD
Ir en una determinada dirección depende única y exclusivamente de nosotras mismas.
Hay dos tipos de actitud ante lo que nos va sucediendo en la vida:
– Reactiva: se podría resumir en “las voy viendo venir”.
Se trata de una actitud en la que todo aquello que sucede no depende de ti sino de las circunstancias. Te haces víctima de ellas. No tomas las riendas y decides en que dirección quieres ir. Dejas que los demás y la vida en si misma te afecten y vas resolviendo a medida que las cosas se te presentan.
– Proactiva: se podría resumir en “se donde voy”
Decides que es lo que quieres para ti y tomas acción para conseguirlo. Tomas la iniciativa de tus acciones con una dirección concreta. Incides con tus acciones en aquello que está en tu mano cambiar. En vez de víctima de las circunstancias te conviertes en la responsable de tu vida.
LA DOBLE LECTURA
Es importante que recordemos que todo es aplicable a ti misma y también a tu/s hijas e hijos. Las herramientas para tomar conciencia y trabajar la autoestima, la educación emocional y la comunicación son válidas para todas las edades.
APRENDER DEL ERROR
Hay que cambiar la mentalidad generalizada respecto al error. Equivocarse y/o fracasar forma parte del camino. Es imprescindible para aprender y crecer. Nuestra sociedad “vende” un modelo de perfección falso imposible de alcanzar y transmite que el error o equivocarse no es deseable.
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