VACACIONES ESCOLARES Y PANTALLAS, ¿CONFLICTO ASEGURADO?

Llega el verano y los niños están ociosos en casa. Es el momento del año donde más tiempo libre van a tener, así que ¡ojo con que lo llenen con las pantallas! Es la opción más fácil y directa, pero como es sabido también perjudicial en muchos aspectos.
En los últimos cinco años ha aumentado un 59% los niños en edad escolar (de 6 a 14 años) que exceden las 3 horas al día. Comprobar el tiempo de uso para ver la verdad, a menudo incómoda, del tiempo que se les dedica a los dispositivos electrónicos es el primer ejercicio para mejorar la situación.
Dentro de esta realidad que nos toca vivir existe un mensaje esperanzador: SE PUEDE MINIMIZAR EL USO DE LAS PANTALLAS a un tiempo razonable.
No se trata de demonizarlas, está claro que están aquí para quedarse, pero sí de tomar conciencia del espacio que ocupan en nuestras vidas y decidir proactivamente hasta dónde queremos que estén.
Las 4 claves para reducir el uso de pantallas este verano
La propuesta para un verano diferente, alejados de las pantallas o, como mínimo, sin una omnipresencia, pasa por cuatro fases:
- Toma de conciencia. Todos los miembros de la familia deberán coger sus móviles, tablets, ordenadores y revisaran cuanto tiempo le dedican. Netflix y plataformas similares también cuentan. Se suman todos esos minutos (exceptuando el trabajo) y se ve la situación real de cada uno. Si lo que ves es mucho, no se trata de juzgar ni de fustigarnos, sino de felicitarnos por hacer el primer paso que es calibrar el “alcance” de la situación. Lo que no se mide no se puede mejorar.
- Pactar antes del conflicto. En vez de darles permiso para que se pongan y luego lo vayan alargando hasta el infinito, se decide conjuntamente cuanto tiempo y en que franjas horarias se va a dedicar a cada cosa y se hacen los ajustes y controles parentales necesarios para que se lleve a término. Todos los miembros de la familia deben estar de acuerdo, en caso contrario la autoridad de los padres es la que manda. Y, sobretodo, se tiene que cumplir.
- Predicar con el ejemplo. Es difícil que los pequeños de la casa respeten las normas si ven que sus adultos de referencia no hacen lo que se les pide. Los adultos también tienen que cumplir con lo pactado y “desengancharse” del teléfono o similar.
- Hacer una list de alternativas. Ya que van a tener más tiempo, hacer una lista de cosas alternativas que pueden hacer e imprimirla o dibujarla para que la tengan a la vista les ayudará a acceder a ella cuando sientan la llamada de las pantallas. Está demostrado que aburrirse es un gran potenciador de la creatividad, pero también pueden: leer, hacer manualidades, juegos de mesa, puzles, cabañas, dibujar, etc. En función de la edad esta lista será distinta; lo importante es que la piensen y creen juntos.
En esta misma web hay curso online llamado “Herramientas para un uso responsable de las pantallas” en el que junto con un experto en adicciones y una psicopedagoga infantil, profundizamos un poco más en estas claves para convivir con los dispositivos electrónicos de una manera más saludable.