Querida niña, ¡no olvides que eres maravillosa, inteligente y preciosa! Este es el subtitulo de este cuento sencillo pero con un mensaje muy potente para todas las niñas y mujeres.
A modo de carta este cuento nos recuerda la importancia de preguntarnos las cosas, de querernos y aceptarnos tal como somos, de fiarnos de nuestro instinto y crear nuestras propias reglas; en definitiva, a conocernos y ser nosotras mismas.